Nunca supe encontrar respuestas a mis preguntas lanzadas al viento, de modo que, un día hace ya un tiempo, decidí reunir todas estas preguntas en una misma habitación junto con otras peticiones misteriosas de la vida. Esa habitación se empezó a transformar con el tiempo, de repente, aparecían pizcas de claridad por la ventana, de repente oscurecía.

Y es así como las palabras siguen danzando sin rumbo. Intento alargar mi brazo para poder tocarlas en la oscuridad y apenas las rozo. Ahí están, sin poder tocarlas, ornamentan mi cuerpo. Son huellas encontradas en el camino que me transforman un poquito. Es así como vuelvo al hogar que ya no es el mismo que dejé atrás.

No hay comentarios: