Nordeste de Argentina

Emprendo mi viaje rumbo al nordeste de Argentina. La idea es visitar las provincias de Corrientes, Chaco y Misiones, y entrevistar a profesionales de la cultura, antropólogos, profesionales que trabajan con comunidades guaraníes y personas que integran la propia comunidad.

Cualquier conversación es válida, activo una suerte de radar que envuelve todos mis sentidos. Palabras y miradas que intento absorver con la finalidad de ser lo más objetiva posible (tarea complicada).

Avanzo lentamente entre tierras y campos verdes, abastecidos por la humedad y el calor que se aposenta en mi piel. Estoy frente a las puertas del invierno. Cuanto más al nordeste, más húmedo.

Las personas que conozco a lo largo de estas semanas acrecientan mi adoración por Argentina y ahora en concreto, por estas tierras chaqueñas, correntinas y misioneras, que estoy conociendo con más profundidad.


En busca de la tierra sin mal (indígenas "guaraníes")

Los guaraníes son descendientes de los indígenas que vivían en el norte de la América del Sur, originarios de la zona amazónica, fueron invadiendo el territorio y se extendieron desde el río de la Plata hasta el Amazonas, ocupando todo el litoral Atlántico.

Los guaraníes son conocedores natos de los misterios de la selva, de las plantas y animales. Eran semi-nómades (o itinerantes), cuando terminaban sus cultivos en las tierras selváticas se trasladaban a otro lugar. Por lo tanto no se conservan vestigios materiales, la cultura guaraní es básicamente intangible. Su nomadismo se regía por su ferviente creencia en la "tierra sin mal", una suerte de paraíso terrenal donde se podía acceder en vida.

Cuando llegaron los jesuitas a fines del siglo XVI fueron evangelizados en reducciones. Se conservan misiones jesuíticas donde los guaraníes trabajaban junto con los misioneros, estudiaban artes y música, de hecho no tuvieron otra opción: la evangelización (protegidos por "Dios") o la muerte o, en el mejor de los casos, la esclavitud. Y es acá donde se encontraron dos culturas opuestas, la cristiana y humanista, y la cultura guaraní, semi-nòmade y con una cosmovisión repleta de riqueza espiritual.



El idioma goza de una gran riqueza y giros armoniosos, la lengua guaraní es el alma y su vínculo el Creador y con la tierra. La gran fuerza de este idioma ha provocado su permanencia hasta la actualidad, es lengua co-oficial en Paraguay, y ha sido postulado para que sea declarado patrimonio cultural intagible por la UNESCO.

Actualmente los guaraníes viven o sobreviven en Paraguay, en el sur de Brasil, en el oriente boliviano, la provincia de Misiones y Salta y Jujuy (zona de las yungas) en Argentina.

Los guaraníes en Misiones (provincia argentina, fronteriza con Paraguay y Brasil)

Actualmente, según fuentes de Salud Pública, hay 84 comunidades guaraníes en la provincia de Misiones, unos 5.000 guaraníes (hay muchos sin "documentos"). Algunos aborígenes habitan al costado de la ruta, en condiciones infrahumanas. Hay muchos niños, hay un alto índice de mortalidad infantil. Las condiciones son insalubres, hay hambre. Los más afortunados y menos contaminados por las prácticas y vicios del hombre blanco habitan en el interior de estas tierras pre-selváticas.

Hay recursos, sí, hay recursos gubernamentales, también hay amiguismo y caciques vendidos al hombre blanco por riquezas materiales. Hay personas que luchan por los derechos de los guaraníes, hay jóvenes guaraníes que luchan por seguir en la universidad (0,1%) para lograr ser profesionales en antropología, educación, etc...
Existen prejuicios y profesores blancos de las escuelas de las aldeas aborígenes que son discriminados por sus propios colegas.

Los guaraníes viven de la naturaleza. Viven, se alimentan y creen religiosamente en ella. El Estado les roba las tierras que durante siglos fueron productivas. El Estado vende las tierras con los aborígenes dentro, a empresas multinacionales y las tierras fallecen lentamente. Una muerte golpeada cruelmente por la plantación artificial de pinos que absorve todos los nutrientes de la tierra. Talan los árboles, venden la madera y los vuelven a plantar, de mientras, los aborígenes se mueren de hambre, se quedan sin nada, sin su gran tesoro: la madre tierra.

Una vez al mes pasa un camión por las comunidades y las abastece con alimentos, los más afortunados tienen un médico que los visita una vez a la semana? al mes? la medicina ya no es la misma....y una escuela que cuenta con materiales, a veces comprados por los mismos maestros. ¿No hay recursos para las poblaciones indígenas? ¿Hay recursos y van a parar a bolsillos ajenos? No hay política de Estado para la población aborígen, organizaciones no gubernamentales y eclesiásticas están implicadas, pero los proyectos terminan y los recursos desaparecen como por arte de magia, a todo esto se suman los intereses de algunas de estas organizaciones. Las políticas y proyectos asistencialistas prevalecen.

Hay tantas cosas, experiencias, diversas visiones de una misma realidad, contradicciones....que me gustaría contar! pero esta bitácora correría el riesgo de convertirse en un escrito mucho más denso, así que lo guardo acá dentro para seguir trabajando y aprendiendo de ello....

Links sobre la problemática de las tierras aborígenes en Misiones:

http://argentina.indymedia.org/news/2007/06/525399.php

http://argentina.indymedia.org/news/2006/10/454675.php

http://www.radiomundoreal.fm/rmr/?q=node/5693

foto 1: tierra misionera, la tierra colorada; foto 2: ruina misiones jesuiticas San Ignacio; foto 3: entrada a San Ignacio


Visita efímera a Paraguay

Viajo a Asunción para asistir a las III Jornadas del MERCOSUR sobre Patrimonio Intangible // II Encuentro del MERCOSUR con los Depositarios Fundamentales de la Cultura Guaraní y finalmente al Encuentro Fundacional de la Región Compartida AR-PA.

Frontera Posadas (Argentina)-Encarnación (Paraguay).
El colectivo se detiene y mientras los pasajeros atendemos los trámites fronterizos correspondientes, desde la ventana observo una gran cantidad de personas acumuladas en la puerta del colectivo. Venden relojes, perfumes, cámaras de fotos. Todo es contrabando. Ya estamos en Paraguay, un diminuto país del que nadie se acuerda, ubicado entre dos grandes monstruos: Brasil y Argentina, y fronterizo al norte con Bolivia.

La situación es realmente cómica, decido bajar y mientras fumo un cigarillo, me siento presionada por los vendedores que muestran una excesiva insistencia por vender sus artículos, al final termino riendo y haciendo amigos.

Llego a Asunción un feriado (por el chaco paraguayo). Jamás había visto un feriado con tan poca vida, por no decir nula. Las almas se esconden, los comercios cierran, las calles están desiertas y silenciosas. Una decadencia reina en la ciudad, esta vez no desprende aires de romanticismo, es una decadencia deprimente. Me dan ganas de salir corriendo. Decido parar y escribir en una cafetería que, por suerte, está abierta. Y es así como mis ojos observan la nada y entre la nada, unas chiquitas de apenas 15 años que suben a un auto mercedes benz, acompañadas de dos hombretones gordos, mirada pervertida, camisa abierta y pecho baboso. Ellas se ríen, ellos babean y mis vómitos se reproducen.

Sé, sabemos que existe en todos los lugares del mundo (ídem en barcelona) y se incrementa en sociedades y/o barrios más empobrecidos, pero no deja de removerme las vísceras...

Paraguay, un país destruido, golpeado por grandes lanzas punzantes. Un país que en un pasado remoto gozó de una riqueza, fue la guerra de la Triple Alianza (1865-70), una coalición conformada por Brasil, Argentina, Uruguay, y promovida por Inglaterra, la que aniquiló a Paraguay, jamás volvió a levantar cabeza...

No tengo mucho tiempo para conocer Asunción ya que estoy encerrada todos los días en los encuentros que nutrieron mis conocimientos sobre cultura guaraní. Sin embargo, me voy con una sensación triste y decepcionante, ya que tuve la suerte, y al mismo tiempo, la desgracia de ser testimonio de diversos actos de discriminación hacia los guaraníes, precisamente en un encuentro destinado a los Depositarios Fundamentales de Cultura Guaraní, pero no organizado por ellos, obvio.
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III Jornadas del MERCOSUR sobre Patrimonio Intangible
II Encuentro del MERCOSUR con los Depositarios Fundamentales de la Cultura Guaraní.

13, 14 y 15 de Junio de 2007
Asunción – Paraguay
La otra cara de la moneda

Bajo el lema “Nuevas miradas descolonizadoras desde las sabidurías insurgentes” da inicio el II Encuentro del MERCOSUR con los Depositarios Fundamentales de la Cultura Guaraní.

El auditorio del centro PRODEPA Ko´e Pyahu está plagado de gente. Una tarima está dispuesta al frente de los asistentes, lugar donde los disertantes realizarán sus ponencias. Al costado de ésta están ubicados todos los guaraníes y el resto de público se encuentra distribuido por todo el auditorio.

1ª Observación: Separación drástica entre los guaraníes y el resto de público.

De acuerdo que el encuentro está destinado a los Depositarios Fundamentales de la Cultura Guaraní. Sin embargo, creo que se podría haber hecho una distribución más equitativa. Primer indicio de exacerbación de la diferencia. Los indígenas y los blancos. Ellos y nosotros. Nosotros y ellos.
La apertura del encuentro se caracteriza por ser extremadamente protocolar hasta el punto que sólo se escuchan nombres, frases cortas de agradecimiento y aplausos durante toda la mañana, para finalizar en actos musicales.

2ª Observación: No hay traducción de castellano a guaraní.
Sí hay traducción de guaraní a castellano, realizada por una única persona que termina de traducir de manera fragmentada todos los comentarios de los guaraníes.

A lo largo de todo el encuentro la problemática de la traducción seguirá aconteciendo. Todas las ponencias son en castellano.

Asimismo, continuará la división entre guaraníes y blancos. La distribución diferencial de las mesas de debate es de la siguiente manera: por las mañanas, intelectuales y profesionales blancos que desarrollan su labor con los guaraníes discurren acerca de la identidad, el patrimonio intangible, las políticas culturales, nuevas miradas antropológicas, etc. Únicamente Ángel Yandura, sociólogo guaraní de Bolivia, Presidente de la Academia de Historia y Cultura Guaraní, tiene el “honor” de participar en una de estas mesas de debate matinales.

Por las tardes, asistimos al Diálogo Intercultural entre los Padres y las Madres Guaraníes.

3ª Observación: Por las mañanas: ponencias de intelectuales sin traducción al guaraní.
Por las tardes: diálogo entre los guaraníes sin traducción al castellano.

¿Cómo se entiende que en el transcurso de un encuentro destinado a guaraníes, a su lengua y cultura, se distribuyan de manera tan discriminatoria las mesas de debate? ¿Cómo se entiende el diálogo intercultural sólo entre guaraníes, cuando la interculturalidad acontece entre varias culturas que se encuentran? Para lograr el entendimiento entre culturas, el diálogo y la discusión, es fundamental el idioma, ¿Cómo lograr un diálogo sin traducción idiomática?


El segundo día del encuentro ocurre un percance bastante desagradable, los guaraníes que han venido de sus comunidades pernoctan en unas dependencias de la ciudad universitaria, a escasos metros del Centro Prodepa. La noticia de que tienen que desalojar el lugar es recibida con asombro e indignación.

4ª Observación: Ausencia de información clara y transparente. No hay explicaciones hasta que un grupo de personas asistentes al encuentro nos solidarizamos con los guaraníes y pedimos explicaciones del porqué del desalojo.

La razón del desalojo es la llegada de un grupo de canadienses (no se sabe de donde, ni como, ni porqué). Simplemente los guaraníes se tienen que ir.

La protesta se inicia interrumpiendo el encuentro, llamadas a los medios de comunicación y explicaciones triviales del Ministro de la Secretaria Nacional de Cultura.

La exaltación de la diferencia aumenta la brecha entre el indígena y el blanco, causando enormes estragos, y las cosas no cambiaran si se siguen realizando encuentros de este tipo “para los indígenas” pero “sin los indígenas” aunque estén presentes en el encuentro.

Los guaraníes están expuestos como un circo. Una presencia exótica.

Paralelamente a la celebración del encuentro, una gran cantidad de guaraníes acampan en la Plaza Italia del centro de Asunción, reclamando el derecho a la tierra.

http://argentina.indymedia.org/news/2007/07/532224.php

***Una crónica que, como muchas otras, refleja una realidad. Después de estas líneas, el lector es libre de emitir sus comentarios. Simplemente es un testimonio.


La vuelta a Misiones

Mi vuelta a Misiones se nutre de encuentros con algunas comunidades Mbyá Guaraní. Gracias a Hugo, antropólogo social que me acompaña a las comunidades, me adentro con cautela y atisbo rozar levemente ápices de su realidad. Emprendemos divinos viajes por la tierra colorada, envueltos de un silencio misterioso. Misiones aparece bañada por vientos brasileños y paraguayos, pareciera un apéndice en el mapa de Argentina.


Carreteras abrigadas por una exuberante naturaleza y enormes camiones cargados de madera nativa. Hermosos árboles, arrancados del monte, vidas truncadas en seco, son las víctimas de semejante atrocidad. Corazón convulsionado y piel erizada.
El patrimonio cultural de las comunidades Mbyá Guaraní se está perdiendo a pasos agigantados, porque viven/vivían en un medio de exuberante naturaleza, por lo tanto la deforestación acelera la pérdida de la prácticas que se realizaban mediante la disponibilidad de los recursos naturales.

Actualmente la población Mbyá Guaraní tiene tremendas dificultades para desarrollarse en un medio que la empuja de manera visceral hacia la marginalidad.

Habiendo visto las injusticias a la cuales está sometida la etnia Mbyá Guaraní y la transparencia de una compleja realidad en la cuál está sumergida, removida desde antaño por intereses ajenos, nutrida por un sinfín de contradicciones que no permiten avanzar el desarrollo de las comunidades en la sociedad actual, queda lejos de mi pretensión hacer un análisis en esta bitácora, la complejidad del mismo convertiría a la bitácora en interminable, simplemente destilo ínfimas pinceladas de una realidad que caminan hacia reflexiones, y es así como empezaran a adquirir cuerpo…


En esta bitácora me permito la licencia de no describir mis vivencias, y quizá diste de ser una bitácora. Me gustaría agradecer a todas las personas que contribuyeron a que mi estadía fuera placentera, aunque sea con simples palabras, aunque jamás las lean, espero que el viento las haga viajar y que arriben en forma de suaves brisas.

Gracias a todos las personas que conocí durante estos días a todos los humanos que me regalaron un poquito de su tiempo y me saludaron con una sonrisa, y me abrigaron con su mirada.



(a las comunidades de Kuña Pirú, Fracanc, Tekoa Arandú, Fortín Mbororé, Yriapú, Marangatú; a los docentes de las escuelas de las comunidades (Rodolfo, Deisy, Mónica, Héctor, Angelica, Gloria, Valeria, Silvia; a la productora de Oberá (Axel, Lorena, Germán…; a Café, Ana, Katy, Hugo... gracias a los antropólogos y profesionales que trabajan con las comunidades mbyá guaraní y a tod@s los que no nombro pero sé que están aquí)

Junio 2007

(foto 2: hugo arce)