Viajes a los sueños polares

Hoy, en un día de lluvia, las lágrimas inundan la ciudad y arrebatan el sol en una primavera que empezó invernal. Barcelona amanece pesada y expulsa mi cuerpo de sus calles. Desde mi refugio, evoco lugares ya transitados e imagino otros que me atienden, sin exigirme tiempo. Viajo un poco, sólo un poquito. Siempre es bueno descubrir otras formas de viajar, de moverse internamente y que las sensaciones provoquen disparadores sin conocer el destino.

Hoy, así, sin más, mi anhelo es caminar…

Espero que disfrutéis este viaje al infinito -un sueño, un deseo, una utopía, o quizá una realidad-:

“Viajes a los sueños polares”. Family

Cuando pesen demasiado
La rutina, el trabajo y la vida en la ciudad
Nos iremos en un viaje infinito
Con esa tonta sensación de libertad

Hacia el fondo de ese mundo
Del que me has hablado tanto
Paraíso de glaciares y de bosques polares
Donde miedos y temores se convierten en paisajes
De infinitos abedules de hermosura incomparable

Dibujamos sobre un mapa imaginario
Autopistas de gran velocidad
Nos invade una ilusión desconocida
Y nuestra intención es avanzar

Hacia el fondo de ese mundo
Del que me has hablado tanto
Paraíso de glaciares y de bosques polares
Donde miedos y temores se convierten en paisajes
De infinitos abedules de hermosura incomparable
Donde siempre te querré

(foto: mariona guiu)

2 comentarios:

montsevives dijo...

Vaja Mireia, les teves paraules són com la pluja, directament associades a la pluja, mentre les llegia anaven caiguent a poc a poc fent un viatge d'anada però no de tornada. Segueix escrivint

Anónimo dijo...

gràcies pels teus ànims i per compartir el viatge, de vegades penso que "les tornades" són relatives, tot depèn de com t´ho miris, no? podriem estar eternament en una viatge, en trànsit, amb aturades en sec, amb aturades en continu..