buscando...

Voy perdiendo el deseo de lo que busco, buscando lo que deseo.
Antonio Porchia en "Voces"

Diminutas partículas vivientes divagan en el peligroso túnel de la esfera terrestre, seducidas por el vértigo de instantáneas luchas atravesadas por la insatisfacción.

¿Por qué siempre estamos buscando? ¿quién encuentra deja de buscar? ¿por qué hay personas que nunca buscan? ¿por qué hay personas que son “supuestamente felices” con lo que “tienen”?
Vivimos en una sociedad capitalista donde el “tener” se antepone al “sentir”. Y el “sentir” está dejando de existir.

La locura despliega su acérrimo poder cuando intentamos zambullirnos en esta maldita rueda frenética y galopamos a pasos agigantados, perdidos en la era de la ansiedad y la depresión.

Y así es como el tener, tener y tener se antepone al sentir.

Caminamos entre tupidos velos que nos impiden ver más allá y buscamos.

No nos detiene nada en esta absurda y anhelada búsqueda.

Nos movemos, sumergidos en una esfera en llamas, danzamos entre aguas imperceptibles que, de vez en cuando, se convierten en olas inesperadamente violentas.

Y seguimos buscando...

Nos enfrentamos continuamente contra enormes muros y fantasmas indecisos. Esa maldita búsqueda sin sentido, o sí, quizá ¿tiene sentido?.

Y seguimos buscando...

Cuanto más descubrimos, encontramos a medias (¿es un espejismo?), el pensamiento anhela adentrarse de nuevo en la perdición. Volvemos a empezar en la frenética rueda.

Y seguimos buscando...

Huracán vital que despierta temor y atracción al mismo tiempo. Buscamos todo aquello que jamás encontraremos, porque todo está en continuo movimiento y el reino de la relatividad desplaza las verdades absolutas.

Y los humanos que dejaron de creer en los dogmas, los pilares convencionales y la estructura propia de la sociedad capitalista, son pocos. Estos humanos siguen buscando. Es la búsqueda de la búsqueda. Resulta difícil abstraerse del entorno y seguir el instinto. Sin embargo, es posible. No deja de ser una suerte de inconformismo.

Buscar y encontrar. Caminar, buscar, perder, caminar. Círculos soñadores, movimientos soñados. Volar. Aterrizar. Volar. Nos perdemos en la búsqueda del sentir. ¿Realmente deseamos encontrar?

Todo ínfimo encuentro provoca la detención completa del ser. Pero todo tiene un final. Es cambiante y transitorio. Y todo final supone de nuevo una búsqueda. ¿Seremos eternos en la búsqueda?. ¿Algún día descubriremos el secreto para aprender a regocijarnos en ella?.

Sólo es suficiente con un amanecer para que todo vuelva a empezar

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