El Lago Titicaca

Durante el trayecto a Puno,- la población situada a orillas del Lago Titicaca- conocemos a Juan, un señor que trabaja en una mina. Trabaja 20 días seguidos y tiene 10 días no laborables para disfrutar de su familia. Conversamos sobre la situación del país, el presidente Toledo, la decepción de los peruanos con la política, con el sistema. Nos habla de sus 4 hijas, de la situación económica de los peruanos, el sueldo mínimo: 500 soles (120 euros).

Desde el colectivo empezamos a vislumbrar el impresionante lago Titicaca, el más grande de Sudamérica. Los lagos desprenden un poder incandescente alimentado por rayos energéticos, quizá es por eso que siempre atraen a esotéricos y a especialistas en prácticas holísticas.

Después de buscar opciones inexistentes sobre cómo llegar a las islas del lago, nos vemos obligadas a contratar un tour, por primera vez en mi vida y contra mi voluntad. Resultará decepcionante.

De Puno al lado sur del lago, los habitantes de las islas (Uros) son aymaras, la civilización anterior a los incas. De Puno al lado norte del lago (Amantaní, Taquile), quechua.

Cuando piso por primera vez el suelo hecho de totora de una de las islas Uros, siento que en cualquier momento se puede quebrar. Las islas Uros, conocidas popularmente como las islas "flotantes", flotan literalmente en el lago. Para su construcción utilizan los juncos que crecen en la parte baja del lago.

Las islas Uros reciben cada día cientos de turistas que, a mi parecer, corrompen el estado natural de las mismas. Intentamos escapar sutilmente de tanto grupo organizado que tan sólo habla inglés y conocemos al señor Lorenzo, el presidente de la isla, que nos explica que 4 años atrás vivían de la pesca y que actualmente el turismo y la venta de artesanía representa una gran fuente de ingresos para la comunidad.

¿Realmente el turismo les hace bien?, ¿no eran más felices cuando las islas estaban situadas 8 km más lejos y el acceso para el turista era más complicado?. El guía me cuenta que han mejorado y yo me pregunto ¿mejorar en base a qué?.

Pasamos la última noche del año en la Isla Amantaní donde los viajeros acostumbran a alojarse en casas de familias ya que no hay hostales. Podría ser una manera de tener un contacto más directo con la propia realidad de la isla, pero el velo de esperanza que cubría mis ojos se desvanece en unos segundos cuando nos hacen comer en una pequeña mesa y ellos en el suelo o cuando el trato humano es de inferior (quechua) a superior (turista), y todo esto fruto de las crueles vísceras de las agencias de viaje, los tours, los guías... los organizadores de semejante "tinglado" que pagan 10 soles a la familia cuando al turista le cobran como mínimo 50!

Llega el festejo del fin de año y los extranjeros se visten con ropas tradicionales, tal como se visten las isleñas. Nosotras intentamos explicarle a nuestra familia que no vamos a “disfrazarnos” con sus vestidos por respeto a sus tradiciones y forma de vida. Creo que es bastante humillante para ellos.

No existe ni libertad ni opción para la autoorganización de los propios indígenas. El sistema los integra según sus “normas” pero ¿estamos hablando de "integración"? ¿o de un zoológico que recibe a millones de turistas atraídos por el exotismo de sus prácticas?.

Diciembre 2005
Perú
(foto 2: mireia pous)

1 comentario:

DENNIS RUSO dijo...

Saludos y felicitaciones por su informacion, desearia por favor si tuviera una foto de personas pescando en el lago titicaca, me seria muy util para mi trabajo, necesito esa foto, si se pudiera quisera que me la envien, en internet, no hay esa clase de fotos, solo hay paisajes, gracias. atte dennis ruso